viernes, 21 de diciembre de 2007

El Fútbol no tiene la culpa, la institución menos, pero…

En la medida que se siga teniendo la mira puesta en otro lado, que se mire de reojo y que las decisiones que se tomen apunten siempre al deporte, es una aberración.
Siempre existe una justificación para el fracaso, ¿Cuál sería? ¿Los intereses que el futbol genera? ¡Seguro,¡ pero con más razón todavía, se debería cuidar “la gallina de los huevos de oro” y no tratar de matarla. Pero, cuando el árbol tapa al bosque, la sensación que queda es que no miran más allá de sus narices. Sino, no se entiende que se toman decisiones contra el Deporte, como si el mismo y las instituciones que lo albergan, hubiesen sido creados para generar (en este momento) la violencia que impera.
Hoy te tocó a una de las instituciones más grandes del fútbol argentino, que debe cerrar sus puertas, por que los responsables de siempre se manejan con total impunidad y porque los que tienen que buscar las soluciones no quieren hacerlo, mientras esto siga de esta manera seguiremos dando vuelta en un laberinto sin salida.
Por el momento, todo indica que las autoridades no parecen dispuestas a cambiar su forma de actuar. Una ideología de pragmatismo está profundamente enraizada en nuestra cultura, como una suerte de definición política, a favor de los castigos y los controles, pero, con rumbo equivocado, como siempre, sobre quien no tienen la culpa.
Esto de amenazar con parar el fútbol, de quitarle los puntos al equipo y cuantas ideas absurdas se les ocurre, es más de lo mismo, quizás debamos de una vez por todas pensar de manera distinta, con medidas que sean prácticas en un sentido realista, basándose en la investigación y realmente apuntando a encontrar la causa, pero también es cierto que en un principio, se deben tomar medidas que puedan parecer o ser extremas, con todo el peso de una Ley, que, si es necesario se la modifique para estos casos, para poder frenar así, en un principio a los generadores de violencia.
“en su Book Named (1531),Elyot condena al balompié ( foot balle) por ser un juego consistente sólo “en furia bestial” y en violencia extrema, por conducir a lesiones y, en consecuencia hacer que el rencor y la malicia perduren entre los que resulten heridos; por todo lo cual, debe ser silenciado para siempre” citado por Marples,1954,66” No obstante ello, los cambios experimentados en Inglaterra durante los siglos XVIII y XIX sobre deportes como el boxeo, el fútbol y el Rugby, acabaron por materializar la eliminación de algunas formas de violencia física, así como la exigencia general de que los participantes deberían ejercitar un autocontrol más estricto sobre los impulsos violentos y agresivos a los que el deporte sirve como vía central de expresión y que, en cualquier caso, están siempre dispuestos a aparecer en una actividad competitiva”
Si le prestamos atención a esta última frase “actividad competitiva” como una de las posibles generadoras de las situaciones, podríamos estar dándonos cuenta donde esta el principio del ovillo, el fútbol ha modificado sus reglas de tal manera que las situaciones de violencia son penadas, (que van de una simple amonestación hasta la expulsión del campo de juego) y esto ha ido dándole un cierto marco normativo que hasta podríamos decir, “ha civilizado el juego”. Un prestigioso defensor del futbol argentino, apodado “el mariscal” dijo en una entrevista “hoy yo no podría jugar, en mi época no sacaban tantas tarjetas”. Esto habla a las claras de cómo se ha cuidado de mejorar las relaciones dentro de la cancha, para que el futbol pueda ser disfrutado.
¿Y fuera de las canchas, que partido se juega? ¿Cuáles son las normativas para que uno pueda disfrutar de un partido de futbol? ¿Por qué los violentos deben entrar y salir? ¿No hace falta modificaciones fuera de la cancha? ¿Se los debe premiar organizándoles programas televisivos para que den su opinión? ¿Por qué en otros países no necesitan “un circo romano” y ven los partidos desde el borde del campo? ¿Que necesitamos nosotros para ello? Quizás empezar a responder, pero sin justificar ¿Qué culpa tiene el futbol, que culpa tiene el estadio?
Esto de la violencia en el fútbol no es nuevo, de parar la pelota tampoco, ya se lo ha hecho en otras oportunidades, y todo sigue igual, ¿entonces porque seguir con la mismo?, ¿no es hora de pensar de manera distinta, apuntar a donde realmente esta la cuestión? Para esto hay mucho material, hay mucha gente capacitada, para organizar debates serios, investigaciones profundas que lleguen a conclusiones que de una vez por todas, sirvan para poder disfrutar el fútbol sin violencia



Prof. Juan Carlos Díaz
Lic. En Educación Física

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